Sendaberri. Nuevos paisajes escénicos.
Sendaberri es un ciclo propio de la Red de Teatros de Navarra diseñado en colaboración con el Departamento de Cultura y Deporte del Gobierno de Navarra. Sendaberri es un juego de palabras que mezclando castellano y euskera significa nuevas sendas, nuevos caminos. Ese es precisamente el objetivo principal del ciclo: enriquecer y complementar la programación habitual de los espacios escénicos asociados a través de espectáculos que generen conciencia crítica.
El objetivo a la hora de crear esta nueva marca era comunicar de manera clara un mensaje: Audiencias, Compañías y Espacios Escénicos, caminando al unísono, en torno a experiencias que ayuden a abrir nuevas sendas; nuevos caminos, nuevas formas de expresar y de sentir. Para ello, identificamos el inconformismo como elemento diferenciador, que luego se convirtió en el concepto vertebrador de toda la parte narrativa y visual.
A partir de ahí, desarrollamos la estrategia de marca, que incluía una nueva identidad visual, una nueva voz y un enfoque de comunicación más centrado en el target de Sendaberri. El resultado fue un universo de marca que reflejaba la naturaleza disruptiva de este ciclo.
Los códigos visuales debían basarse en ese inconformismo con la forma canónica de hacer las cosas. Desarrollamos un logotipo tipográfico en el que la “s” hace un guiño al concepto de senda. Un recorrido que se abre a nuevos paisajes, nuevas experiencias, nuevas formas de sentir y expresar. Analizamos el lenguaje gráfico del movimiento y aplicamos colores en una gama cromática muy luminosa. Azules y verdes vibrantes que combinan muy bien y adquieren especial relevancia en los medios digitales en los que el ciclo se va a difundir.
El sistema visual se basa en una paleta cromática que mezcla la sobriedad del blanco y el uso de fondos oscuros con colores de acento y gran potencia visual. El verde por su vínculo con el camino, la palabra senda, y por ser un color asociado al progreso y a la evolución. En cuanto al azul, que predomina en la construcción del logotipo, por la asociación con la luz de los focos de un escenario. Denota armonía y frescura, como los espectáculos y lenguajes innovadores del proyecto.
La familia tipográfica seleccionada nos permite diferenciar dos escenarios de uso: en contextos neutros o soportes de comunicación, donde utilizamos la tipografía Montserrat, mientras que en lugares donde sentimos la necesidad de enfatizar la personalidad de la marca, utilizamos la tipografía Blacker Pro Display. Esta tipografía se caracteriza formalmente por la ruptura de las astas horizontales en determinadas letras, un rasgo que conceptualmente se ajustaba perfectamente a nuestra intención comunicativa: no seguir el camino marcado.
Este proceso de conceptualización y diseño de identidad corporativa ayudó a Sendaberri a destacar la especificidad de su objetivo y a clarificar su propuesta de valor. Apoyar producciones navarras que comparten los objetivos Sendaberri, trabajando en la formación y fidelización de los públicos a través de la oferta de propuestas diferenciadas que habitualmente no se programan y compartiendo objetivos con 34 espacios escénicos de Navarra, han sido factores clave para atraer a nuevos espectadores, atraídos por el tono fresco y vanguardista del ciclo.
